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Proyecto “Los Niños de Africa”
Autor: admin Comentarios: 1 Visto: 8078 veces
La perla de la corona para Cirujanos del Mundo es el proyecto “Los niños de África”. Al departamento donde la ONG trabaja, en el Hospital General de Mulago, llegaban pocos niños, probablemente porque su estado de salud era muy grave o porque eran abandonados a su suerte en muchos casos en regiones rurales remotas.
Las patologías más frecuentes que los cirujanos habían visto eran anquilosis temporomandibular (una condición que produce la fusión de la mandíbula con el cráneo y que les lleva a la asfixia y a la muerte segura), linfoma de Burkitt, tumores malignos y malformaciones congéticas que casi siempre eran labios leporinos y fisuras palatinas. Comenzaron a tratar a estos enfermos en Mulago, mediante una serie de operaciones extremadamente complejas.
En Febrero de 2002, a la hora de partir, se acercaron a un orfelinato próximo a su lugar de residencia, para dejar ropa y medicinas que les sobraban; allí conocieron a la siempre sonriente Hna. Gertrude, monja católica, al cargo del Orfelinato de Cheshire. Fueron testigos de cómo tan sólo dos monjas y algunos minusválidos adultos cuidaban exquisitamente a más de un centenar de niños con graves enfermedades y minusvalías.
Con una organización impecable se arreglaban para ser casi autosuficientes: dos vacas, unos cerdos, gallinas, 5000m2 de terreno cultivado proporcionaban la mayor parte del sustento de estas nobles gentes.
Se trataba fundamentalmente de un centro de recuperación de cirugía ortopédica que además recogía a todos los niños que tenían necesidad.
Hna. Gertrude les agradeció haber operado a alguno de sus niños (en aquel momento lo desconocían) y les propuso operar a cientos de niños que ella podía recoger del medio rural a través de sus contactos con ONGs locales. De este encuentro casual surgió uno de los proyectos más importantes de cirugía plástica y reconstructiva facial infantil que España tiene en el tercer mundo.
Su fortuna no terminaría ahí. Pronto, conocerían al eminente Dr. Fulvio Franceschi, jefe de la unidad de Cirugía Ortopédica Infantil del Hospital de Mengo y responsable del tratamiento de todos los niños que habían visto. Él les cedió sus quirófanos y su personal sanitario para comenzar a operar a niños con labios leporinos y fisuras palatinas y a otros pacientes con anquilosis temporomandibular.
La intensidad del trabajo y el maravilloso equipo de Mengo permitieron la culminación de 60 intervenciones en una semana.
Desde entonces la ONG se ha dividido para poder atender los dos centros; José Luis y Alejandro, son los especialistas en cirugía plástica y se dedican casi exclusivamente a niños, habiendo adquirido, a base de sudor y sangre, una vasta experiencia en este campo.
Los niños con anquilosis se incorporaron más tarde, ya que las operaciones (de las que no existía entonces ninguna técnica aceptable publicada) son extremadamente difíciles y arriesgadas, por las condiciones extremas en que se realizan, sin medios y con niños muy debilitados. Estas operaciones requieren la presencia de todo el equipo. La mandíbula del enfermo se fusiona a su cráneo, deja de comer sólidos, no crece, desarrolla un típico perfil de pájaro y finalmente muere en medio de grandes sufrimientos, por asfixia y malnutrición.
El desarrollo de esta técnica quirúrgica, ha sido largo y costoso. Su aplicación, de resultados extraordinarios ha curado a los pacientes y les ha devuelto su verdadero rostro.
Finalmente, con la llegada de Ambrose (una de las únicas fisuras complejas, tipo 3 de Tessier, que han sido tratadas con éxito, comenzó la unidad de Cirugía Craneofacial Infantil. Ambrose tenía la cara partida en dos, por una compleja falta de fusión de los arcos branquiales, su monstruoso aspecto lo marginaba hasta tal punto, que a su madre le habían sugerido la eutanasia. Ella creía firmemente que la divinidad le traería un remedio y conservó la fe hasta el final.
A los 4 años, Ambrose no llegaba a tener conciencia de las burlas ni de la marginación que sufría junto con su familia. De no haber actuado, su trauma psicológico sería irreversible, y su muerte a causa de la enfermedad segura.
La ONG decidió operarlo proyectando una intervención que no se había realizado antes y que era impensable con aquellos medios y sin experiencia en un tipo de cirugía que sólo se realiza en centros muy especializados de EEUU y Europa. La cirugía, innovadora y atrevida, le dio un nuevo rostro y le salvó la vida, demostrando que la fuerza interior y el afán de superación de enfermos, médicos, enfermeras, familias y religiosos, es capaz de superar obstáculos aparentemente insalvables, sólo reservados para a la élite de la tecnología puntera del primer mundo.
admin
05/04/2013Gracias por la ayuda ofrecida desinteresadamente.
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